El corazón de la selección (I)

En esta ocasión no serán mis palabras las que leáis, son las de Isa Sánchez, que junto a Laia Palau elaboró los tres folios que cuelgan de la puerta de la sala de fisio. Nuestra ‘otra médico’ exploró el corazón de la selección española femenina y el estudio derivó en lo siguiente:

El corazón es el órgano clave del aparato respiratorio, envía sangre oxigenada a todo nuestro cuerpo. Se necesita de una sincronía milimetrada para que funcione correctamente.

Evaristo, Víctor y Susana (vena cava) traen al corazón toda la sangre sin oxigenar del cuerpo y ponen en nuestras manos la misión de oxigenarla.

Luci (aurícula derecha) recibe toda esta sangre y se la pasa a Tami (ventrículo derecho) no sin antes pasar a través de la válvula tricúspide, que es una puerta (como las del oeste) la cual tiene que abrirse y cerrarse al unísono y quien mejor que para representarla que la tríada formada por Amaya, Elisa y Anna Montañana. Tami manda toda la sangre a los pulmones, donde se oxigena y Cindy abre sus brazos (aurícula izquierda) para pasársela a Niky (ventrículo izquierdo) pasando por la válvula mitral encabezadas por Lay e Isa que dad su conexión y complicidad mandan la sangre en la dirección correcta.

Silvia abre la válvula sigmoidea aórtica para impulsar toda la sangre al resto del cuerpo. Alba y Cruz (tabiques interauricular e interventricular) se encargan de que no pase sangre de Luci a Cindy ni de Tami a Niky.

Domi prepara físicamente al miocardio mientras que Yoli y Pili rehabilitan cualquier fibra que no funcione adecuadamente. Gonzalo tendrá a mano el desfibrilador en caso de paro cardíaco y Carlos pagará los gastos hospitalarios en caso de necesidad.



Núria se encarga de leer continuamente el electrocardiograma para asegurarse de que todo está en orden y que nadie se despista de sus labores. Naia informa del estado del corazón cada día y por último Linda traduce al letón todo lo que el corazón necesite.

SI TODAS HACEMOS NUESTRAS FUNCIONES CORRECTAMENTE, EL CORAZÓN LATIRÁ CON FUERZA

La conejita de la suerte

Si nos ponemos susceptibles hay muchas cosas que nos pueden disgustar. La mujer, “ese gran desconocido”, -como dirían en ‘El Hormiguero’ y que muchos técnicos y hombres en general también suscribirían-, tenemos razones a diario para quejarnos de las innumerables injusticias que se cometen con nuestro sexo por la única razón de pertenecer a dicho género.

Bien, pero no quiero hacer un ‘speach’ netamente feminista, aunque por ahí van los tiros. En este Eurobasket de Letonia, en general, están demostrando una gran organización y calidad en muchas situaciones pero adivinen qué personaje han elegido como mascota…sí claro, lo decía en el título, es muy fácil, una conejita. Pero no sólo una conejita, sino también una conejita muy sexi, con su minifalda, su top y todo.

Personalmente no me parece muy acertada la elección, no por el animal en sí, sino por cómo se le ha adornado. Es decir, a todos nos hace gracia el conejito de las pilas alcalinas que tiene una marcha que no veas y no nos ofendemos por ello aunque sea rosa, pero es que han tenido el detalle de ponerle rechonchito y simpático, ni tampoco le han vestido con encaje para realizar la maratón. Claro que este mamífero del orden de los Lagomorfos nos lo presentan más como el de Playboy, con todas las connotaciones que ello tiene.

Indignarme por ello…buff qué pereza, yo ya no. Pero lo cierto es que los creativos de marketing tienen un trabajo importante de cara a los próximos Eurobaskets femeninos. En Italia estaba “Molleta” una simpática niña con los pelos alocados, acertaron, pero el cartel era pésimo pues un zapato de tacón de aguja de color rosa era el reclamo. En esta ocasión creo que han acertado con el logo, una flor de pétalos con un balón en el centro haciendo la letra ‘L’. Pero la conejita vestida cual colegiala de una videoclip de Britney Spears con cabeza salida de la Warner, no la veo.

De todas formas, espero que esta conejita nos traiga suerte.

P.D: Se aceptan propuestas para posibles mascotas y logos.

Besos y abrazos desde Kaunas

Pese al título, esta no es una carta para saludar a amigos y familiares, esto va por otro lado, ya lo comprobaréis. Arranco con un “Donde fueres haz lo que vieres”. Esta es una máxima que nos recomiendan nuestras madres o abuelas cuando salimos de casa más lejos de nuestro hábitat natural -depende de cada uno dicho hábitat que puede circunscribirse a un área de 20 kilómetros a la redonda, lo digo por la efusividad de algunos progenitores en las despedidas de sus hijos a los inminentes campus de baloncesto-.

Personalmente procuro llevar esta premisa hasta las últimas consecuencias y ya que estoy a varios cientos de kilómetros de mi casa, en concreto en Kaunas (Lituania) intento no traicionar la voluntad de mi madre, pero estos días he visto cosas que me negaría a reproducir y asumir como propias, aunque haré un esfuerzo. Los que asistieron a la Final Four probablemente se quedarían igual de ojipláticos como yo cuando hemos visto en acción a un personaje que en su día acompañaba al Spartak de Moscú y ahora lo hace con la selección rusa.

Para los que no lo conozcan, la descripción podría ser la de un jipitano. Un momento, que nadie se ofenda, Los Jipitanos son una asociación que promueve el intercambio cultural y la diversificación. El personaje, desde ahora jipitano, también le gusta mucho el intercambio –no sé si cultural- de abrazos, besos, caricias y demás muestras de cariño con las jugadoras, y también promueve la diversificación porque le da igual que sea pívot, alero o base. Físicamente, más que un jipitano, que el subconsciente colectivo nos puede llevar a un hombre con greñas más bien moreno, que lo es, deberíamos llamarlo yupitano porque no tiene problemas en hacer ostentación de su poderío económico.

El personaje en cuestión -posteriormente nombrado jipitano y desde ahora yupitano- además de ejercer de animador moral también se permite el lujo de aleccionar a las jugadoras, dar instrucciones técnico-tácticas, comentar con los árbitros…y todo sin ser el seleccionador, cargo que ocupa un elegante en sus formas Tihonenko. Este yupitano me ha marcado pero sólo espero que se corte un poco en el próximo Eurobasket.

La lección es que no hay nada como viajar para darse cuenta de lo diferentes que somos. De rebote, tal vez me ha servido también para comprobar las dificultades que tengo para expresar mi cariño hacia la gente. Os dejo, que mi psicoanalista me obliga a repartir unos cuantos abrazos al resto del cuerpo técnico para no sentirme acomplejada. Lo dicho, besos y abrazos desde Kaunas.