En el baloncesto hay aficionados de todo tipo, hay cabida para los ocasionales, para los incondicionales, los exaltados y los discretos. Probablemente en ninguno de ellos podemos ubicar a nuestra protagonista, Ángela Molins. Todos se quedan cortos para explicar la devoción y entrega absoluta de esta gallega por el Celta Indepo. Socia del conjunto vigués desde hace más de treinta años, el club la nombró “Socia de Honor” en 2007. El motivo de tal mérito puede encontrarse en el hecho de que en dicha fecha Ángela donara a la entidad una cantidad importante de euros para según ella “ayudar al club para que fichara a Pilar Valero”, explica entre risas vergonzosas. A tal decisión Ángela no le da más relevancia de la de un gesto desinteresado para apoyar al club de sus amores.
Pero Ángela ha dado al club mucho más que este cheque. Es una fija de As Travesas los días de partido pero también le gusta disfrutar de los entrenamientos durante la semana. Su cercanía con la directiva, cuerpo técnico y jugadoras es total y como muestra del cariño que le profesan todos ellos Ángela recibió el mejor regalo de cumpleaños que pudo soñar, unas zapatillas. Pero no se trata de unas zapatillas cualquiera, las playeras en cuestión tienen en la lengüeta los nombres de todas las jugadoras y técnicos del primer equipo, además del escudo del club en sus laterales. La seguidora celtiña guarda dichas zapatillas como un auténtico tesoro y casi no se las pone para evitar que se le estropeen.
Regalo merecido, sin duda para alguien que es parte de la historia y el presente del Celta. Haciendo memoria esta gallega amante del baloncesto reconoce que si tuviera que quedarse con una jugadora que haya vestido la camiseta celtiña esa es Susana García, actual entrenadora ayudante y la que fuera base del conjunto vigués durante 18 temporadas y jugadora internacional en más de 50 ocasiones, porque “si hubiera jugado al baloncesto sería base como ella”. No sé si por peloteo, pero si tiene que elegir un técnico también se queda con el actual, Miguel Méndez, sonríe inocentemente. Hacerla elegir entre una jugadora de la actual plantilla le supone demasiado compromiso, para ella “todas son buenas” y de las que pasaron por las filas viguesas guarda un especial cariño a Mar Xantal. Si Ángela tiene que quedarse con un momento vivido con el Celta ese no es otro que la Liga lograda en 2000 ante el Gran Canaria. Ahora a Ángela sólo le queda un deseo, “que el Celta vuelva a ser campeón” y sobre todo, disfrutar mucho de sus zapatillas.
PD: Esta entrevista tenía que haber salido en un medio de tirada nacional pero finalmente parece que no tienen cabida personas como Ángela... Es una pena pero desde aquí mi pequeño homenaje a las personas que día a día hacen del baloncesto femenino su ilusión.
Pero Ángela ha dado al club mucho más que este cheque. Es una fija de As Travesas los días de partido pero también le gusta disfrutar de los entrenamientos durante la semana. Su cercanía con la directiva, cuerpo técnico y jugadoras es total y como muestra del cariño que le profesan todos ellos Ángela recibió el mejor regalo de cumpleaños que pudo soñar, unas zapatillas. Pero no se trata de unas zapatillas cualquiera, las playeras en cuestión tienen en la lengüeta los nombres de todas las jugadoras y técnicos del primer equipo, además del escudo del club en sus laterales. La seguidora celtiña guarda dichas zapatillas como un auténtico tesoro y casi no se las pone para evitar que se le estropeen.
Regalo merecido, sin duda para alguien que es parte de la historia y el presente del Celta. Haciendo memoria esta gallega amante del baloncesto reconoce que si tuviera que quedarse con una jugadora que haya vestido la camiseta celtiña esa es Susana García, actual entrenadora ayudante y la que fuera base del conjunto vigués durante 18 temporadas y jugadora internacional en más de 50 ocasiones, porque “si hubiera jugado al baloncesto sería base como ella”. No sé si por peloteo, pero si tiene que elegir un técnico también se queda con el actual, Miguel Méndez, sonríe inocentemente. Hacerla elegir entre una jugadora de la actual plantilla le supone demasiado compromiso, para ella “todas son buenas” y de las que pasaron por las filas viguesas guarda un especial cariño a Mar Xantal. Si Ángela tiene que quedarse con un momento vivido con el Celta ese no es otro que la Liga lograda en 2000 ante el Gran Canaria. Ahora a Ángela sólo le queda un deseo, “que el Celta vuelva a ser campeón” y sobre todo, disfrutar mucho de sus zapatillas.
PD: Esta entrevista tenía que haber salido en un medio de tirada nacional pero finalmente parece que no tienen cabida personas como Ángela... Es una pena pero desde aquí mi pequeño homenaje a las personas que día a día hacen del baloncesto femenino su ilusión.